El Liquen Escleroso Vulvar (LEV) es una afección médica crónica que afecta a muchas mujeres en todo el mundo. Aunque no es ampliamente conocida, sus efectos pueden ser devastadores en la vida cotidiana de quienes la padecen. En este post, exploraremos cómo afrontar tu día a día si padeces Liquen Escleroso Vulvar.
Un desafío diario para las mujeres con LEV
- Dolor y malestar constantes: El síntoma más evidente del liquen escleroso vulvar es el dolor y el malestar en la zona genital. Esto puede hacer que actividades tan simples como caminar, sentarse o tener relaciones sexuales sean extremadamente dolorosas y desafiantes. Vivir con dolor crónico puede afectar significativamente la calidad de vida de una mujer y su bienestar emocional.
- Problemas urinarios: El liquen también puede causar problemas urinarios, como dolor al orinar o una necesidad frecuente de hacerlo. Esto puede ser incómodo y vergonzoso, lo que lleva a una disminución en la calidad de vida y la confianza en sí misma.
- Impacto en la vida sexual: puede afectar negativamente la vida sexual de una mujer, ya que la actividad sexual puede ser dolorosa o incluso imposible. Esto puede crear tensiones en las relaciones y afectar la intimidad y la autoestima.
- Cambios en la apariencia: El liquen escleroso puede causar cambios en la apariencia de la zona genital, como adelgazamiento de la piel, decoloración y cicatrices. Estos cambios pueden tener un impacto emocional en una mujer, haciéndola sentirse insegura acerca de su cuerpo.
- Estrés emocional y psicológico: Lidiar con el liquen puede ser emocionalmente agotador. La constante preocupación por el dolor y la incomodidad, así como la frustración por no encontrar una solución a la afección, pueden llevar a niveles elevados de estrés y ansiedad.
¿Qué puedo hacer para mejorar mi calidad de vida padeciendo liquen escleroso vulvar?
- Busca atención médica especializada: Lo primero y más importante es consultar a un médico especialista en esta afección que te realice un diagnóstico y un tratamiento adecuado, ya que es esencial para controlar los síntomas y prevenir complicaciones. Actualmente, puedes encontrar el Tratamiento Liquenia, un tratamiento que mejora los síntomas de esta afección.
- Mantén una buena higiene: Lava suavemente la zona con agua tibia y evita productos perfumados o irritantes. Opta por ropa interior de algodón y evita los tejidos sintéticos que pueden causar irritación adicional. Puedes incluir en estos cuidados el uso de un hidratante vulvar como el Aceite natural Dermnix, que ayuda a la mejora de los síntomas.
- Evita el rascado: Puede ser tentador rascarse cuando sientes picazón o molestias, pero el rascado puede empeorar la afección y causar lesiones en la piel. Intenta mantener las uñas cortas y usa ropa interior que te proteja de la irritación.
- Apoyo emocional: No subestimes el impacto emocional del liquen escleroso vulvar. Habla abiertamente con tu pareja, familia o grupos de apoyo donde puedas compartir tus experiencias y con otras personas que enfrentan la misma afección.
Vivir con liquen escleroso vulvar puede ser desafiante, pero con el apoyo adecuado y la atención médica, puedes mitigar las molestias diarias y mejorar tu calidad de vida. No dudes en buscar ayuda y hablar con profesionales de la salud que estén familiarizados con esta afección para obtener el mejor cuidado posible.