Autoexamen vulvar para el control del liquen escleroso
El liquen escleroso vulvar (LEV) es una enfermedad crónica que puede causar distintos síntomas, afectando significativamente la calidad de vida de las mujeres que lo sufren. Una herramienta fundamental para las mujeres que vivís con LEV es el autoexamen vulvar.
Realizar este autoexamen te va ayudar tanto a a monitorear la evolución de tus signos y síntomas, como a detectar cambios que podrían requerir atención médica por parte de tu especialista en liquen escleroso.
En este artículo, exploraremos cómo realizar un autoexamen vulvar y qué aspectos específicos deben observarse.
Pero primero empecemos por algo esencial:
¿Por qué es importante el autoexamen vulvar?
Realizar autoexámenes vulvares de manera regular te va a permitir:
- Monitorear la progresión de la enfermedad.
- Detectar nuevas lesiones, fisuras o cambios en tu piel.
- Evaluar la efectividad de los tratamientos que tienes en curso.
- Identificar signos tempranos de posibles complicaciones.
Entonces, ¿Cómo me hago un autoexamen vulvar?
Antes de empezar sin saber que observar, prepárate:
Es importante preparar el entorno y los materiales necesarios para asegurar una observación adecuada:
- Un espejo de mano: Preferentemente uno con aumento para ver mejor los detalles.
- Buena iluminación: Una luz brillante y directa te ayudará a observar con mayor claridad.
- Un lugar cómodo y privado: Donde puedas sentarte o recostarte sin interrupciones.
Ahora sí, vamos a ello:
Paso a paso del autoexamen vulvar
- Lávate las manos: Asegúrate de que tus manos estén limpias para evitar infecciones.
- Encuentra una posición cómoda: Puedes sentarte con las piernas separadas o recostarte con las rodillas dobladas y los pies apoyados.
- Usa el espejo: Coloca el espejo de manera que puedas ver claramente toda el área vulvar.
- Observa la piel: Busca cualquier cambio en el color, textura o grosor de la piel. El liquen escleroso puede causar que la piel se vuelva más blanca y delgada, o que aparezcan placas blancas nacaradas.
- Revisa las lesiones: Fíjate si hay nuevas fisuras, erosiones, úlceras o áreas de piel enrojecida o inflamada.
- Palpa suavemente: Con las yemas de los dedos, toca suavemente la piel para detectar cualquier, endurecimiento o sensibilidad inusual.
- Toma notas: Anota cualquier cambio o síntoma nuevo, como picor, ardor o dolor, para informar a tu médico en tu próxima cita.
- Hazte fotos: usa tu móvil para hacerte fotos (tú misma o con la ayuda de tu pareja). Guárdalas en una carpeta privada con contraseña para tu seguridad. Estas imágenes te permitirán comparar fácilmente la evolución a lo largo del tiempo.
¿Qué cambios puedes ver en este autoexamen?
- Cambios en el color de la piel: La piel puede volverse más blanca o presentar áreas pigmentadas.
- Textura de la piel: Presta atención a si la piel se siente más delgada, gruesa o con áreas descamativas.
- Fisuras y úlceras: Busca grietas en la piel o úlceras que no cicatrizan.
- Atrofia de los labios menores y mayores: La reducción del tamaño o desaparición de los labios menores y mayores es común en LEV.
- Estrechamiento de la entrada vaginal: Nota si hay dificultad o dolor al insertar un dedo o durante las relaciones sexuales.
- Sensibilidad y dolor: Palpa suavemente para detectar áreas de dolor o sensibilidad anormal.
Recuerda que si quieres reducir estos síntomas Dermnix puede ayudarte, formulado para ti, para que puedas seguir con tu día a día, para que el liquen no sea un impedimiento, para que puedas recuperar tu calidad de vida.
¿Cuándo consulto con mi dermatólogo o ginecólogo especialista en liquen escleroso?
Debes estar en contacto regular con tu ginecólogo o dermatólogo, especialmente si observas:
- Nuevas lesiones, bultos o áreas de piel enrojecida que no estaban presentes antes.
- Un aumento significativo en el picor, ardor o dolor.
- Fisuras o úlceras que no cicatrizan en un tiempo razonable.
- Cualquier cambio que te preocupe o que no entiendas.
Resumiendo…
El autoexamen vulvar es una práctica esencial si sufres liquen escleroso vulvar. Al realizarlo regularmente, puedes tener controlada de cerca la enfermedad y detectar cualquier cambio a tiempo, lo que es clave para un manejo efectivo de esta.



